4/ Es prácticamente imposible localizar dos municipios con las mismas políticas en materia de restricción de algunos vehículos. Unos miran etiquetas, otros tipo de vehículo, algunos gravan la potencia fiscal y otros no, algunos permiten estacionar el coche en unas horas que no coinciden con las horas del municipio de al lado. Viajar en coche se está complicando si vas a invadir un municipio o barrio que no es el tuyo. Toca aprenderse las normas locales, comprobar si puedes o no pasar y bajo qué condiciones, asegurarte de que has abonado el precio correcto en el parquímetro.
La movilidad en coche, curiosamente, se parece cada vez más al caos de la movilidad en transporte público. Por primera vez en décadas, los cochistas tienen barreras de entrada con las que los que vivimos en transporte público hemos luchado toda la vida. Resulta agradable cierto equilibrio, aunque personalmente haría más fácil el transporte público mediante alguna tarjeta nacional o incluso europea.