1/ Llevo un tiempo dando vueltas a cómo las Zonas de Bajas Emisiones están añadiendo un tipo de 'falta de fiabilidad' en la conducción que ya estaba integrada en los sistemas de transporte público, y que nos viene bien. Me explico:
Los sistemas de transporte público tienden a ser confusos por diseño. Me encantaría pensar que un gabinete del mal los ha diseñado para ser deficientes, pero la realidad es que integrar sistemas se nos da fatal a los humanos. Es por eso que cada entorno urbano tiene sus propias normas sobre tickets, billetes y viajes, y por lo que no suele ser posible usar el mismo formato para media distancia, metro, autobús o bicicletas. De hecho, cada vez que se añade un servicio, el global se hace aún más confuso. Si te cambias de ciudad o si simplemente buscas usar otro transporte público masivo en lugar del que estás usando previamente, tienes que re-aprender de nuevo las normas.
Esto actúa como barrera de entrada y mecanismo de fricción. Y empuja a la gente al coche