El rentismo, y en esto coincidían economistas desde Marx hasta Friedman, es una aberración parasitaria, que se nutre de lo que otros crean y mantienen, que extrae y extrae sin dar nada a cambio, como la garrapata de nuestra parábola.
Y como la garrapata de nuestra parábola, las soluciones que nuestros gobernantes proponen no solo no resuelven el problema, sino que lo empeoran.
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