Que él no entiende a quienes perdieron sus casas, solo eran casas.
Yo ojiplática.
Pero aquí viene el giro de la historia.
Que él perdió a su hijo de 23 años esos meses. Y eso no se puede comparar, lo otro se puede recuperar.
Me ha dejado pensando que nos faltan palabras para ciertos duelos. Como que existe orfandaz o viudez pero no palabra para pérdida de hijos.
O un nombre para los duelos colectivos.
Le he dado las gracias por compartir su historia y nos hemos bajado de la guagua.